VOÏDA SOCIETY
VOÏD ONE
VOÏD ONE es el alter ego sonoro de un artista que transforma el vacío en experiencia. A través de sets hipnóticos y producciones profundas, conecta lo invisible con lo esencial. Fundador de VOÏDA, habita el umbral entre lo físico y lo emocional.
SÄMIR NÖX
SÄMIR NÖX es alquimia rítmica y trance atmosférico. Navega entre lo ritual y lo industrial, explorando el sonido como herramienta de transformación emocional. Parte del núcleo fundador de VOÏDA.
INÆR
INÆR es sonido interno, una pulsación ancestral que remezcla pasado y presente. Su lenguaje sonoro roza lo espectral y lo físico, rompiendo los márgenes del techno convencional.
LYRA SHAH
LYRA SHAH es alquimia sonora femenina. Su sonido convoca memorias antiguas y cuerpos presentes. Creadora de atmósferas sagradas y viajes internos desde la electrónica experimental.
MÏKA REX
MÏKA REX es precisión rítmica y densidad emocional. Su enfoque combina techno mental, síntesis modular y diseño sonoro quirúrgico. Un alquimista digital del tempo y la tensión.
EIRA NYX
EIRA NYX crea paisajes sonoros que oscilan entre lo onírico y lo subversivo. Su música es cuerpo, susurro, glitch y trance emocional. Electrónica para habitar el umbral.
ORHAN VELI
ORHAN VELI canaliza el techno como herida abierta. Desde su herencia anatolia hasta la síntesis contemporánea, su música es trance, duelo y redención.
AÏMA ZYRA
AÏMA ZYRA invoca lo salvaje desde lo sensorial. Fusiona ambient texturizado, spoken word y beats orgánicos en una danza que es resistencia emocional.
NEON DRIFTER
NEON DRIFTER es glitch, distorsión, techno queer. Reprograma identidades desde el sonido y convierte cada set en una disidencia electrónica.
LUCAS STRÖM
LUCAS STRÖM es densidad atmosférica y pulso existencial. Su sonido habita el umbral entre el techno mental, el ambient oscuro y la escultura sonora.
LINA KORÉ
LINA KORÉ mezcla sensibilidad precoz y valentía creativa. Su sonido viaja entre el ambient introspectivo y la experimentación emocional. La voz más joven del universo VOÏDA.
NAO VELD
NAO VELD tiene 14 años y ya proyecta un mundo interior tan complejo como su sonido. Techno mental, estructuras limpias y una sensibilidad fuera de serie. La nueva mente del ritual.
